Las remesas tienen un efecto positivo en el ingreso de las familias que las reciben y que contribuyen a mejorar su calidad de vida.
En muchos países los volúmenes globales de las remesas constituyen fuentes importantes de divisas. Sin embargo, desde el punto de vista macroeconómico, las remesas pueden tener efectos no deseables, al reducir las exportaciones debido a la apreciación de la moneda nacional.
Asimismo, pueden tener efectos inflacionarios, generar dependencia y desigualdad social. De ahí la importancia de instrumentar políticas económicas apropiadas para mitigar estos efectos negativos.
jueves, 13 de septiembre de 2007
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