
El “sueño americano” ha sido financiado a costa de los migrantes, quienes padecen pésimos salarios y condiciones laborales al margen de las leyes estadounidenses, lo que se ha traducido en un ahorro de 40 mil millones de dólares para la nación americana, afirmó Sergio Cortés Sánchez, profesor investigador de la Facultad de Economía de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.
Es inconcebible, remarcó, la bonanza norteamericana sin la existencia de trabajadores indocumentados, lo que explica en parte el vacío en materia de un acuerdo migratorioentre México y Estados Unidos, país al que emigran cada año cerca de 400 mil connacionales.
Durante las décadas anteriores a los noventa, cuando había frontera libre, sólo 5 por ciento de los migrantes mexicanos se quedó a vivir en Estados Unidos, mientras que a partir de la militarización de la misma en 1994 - bajo la operación “Guardián”- de cada 100 mexicanos que emigra hacia ese país, 82 no regresan no sólo por las restricciones y controles endurecidos sino también porque los costos del viaje se han triplicado. Estos datos cambiaron en la actualidad ya que el sueño es vivir exitosamente alla.
De acuerdo con Sergio Cortés, el desempleo y empleo precario siguen siendo factores que explican la migración de trabajadores mexicanos a Estados Unidos.
El crecimiento promedio anual del Producto Interno Bruto per cápita en México ha ido descendiendo, y de 40 millones de ocupados sólo 15 millones tienen prestaciones sociales en nuestro país.
Así que aunque los migrantes mexicanos son los más pobres de todos los migrantes en Estados Unidos, y quienes desempeñan los trabajos menos remunerados, más inestables y peligrosos, han logrado un nivel de vida más alto que en su país no tendrían.
El crecimiento promedio anual del Producto Interno Bruto per cápita en México ha ido descendiendo, y de 40 millones de ocupados sólo 15 millones tienen prestaciones sociales en nuestro país.
Así que aunque los migrantes mexicanos son los más pobres de todos los migrantes en Estados Unidos, y quienes desempeñan los trabajos menos remunerados, más inestables y peligrosos, han logrado un nivel de vida más alto que en su país no tendrían.
Sin embargo, lo que se reprocha a Estados Unidos, señaló el especialista, es que requiere a los migrantes como trabajadores pero no los reconoce como ciudadanos con necesidades muy concretas de bienestar social.
“Este cinismo norteamericano es el que se les reprocha. Es un reproche a una sociedad que se autonombra el paladín de la democracia, pero que no permite un flujo regulado, y que establece controles militares para un problema cuya solución sería la apertura de 400 mil a 500 mil visas temporales al año”, concluyó.
LAS CIFRAS DE LA MIGRACIÓN
La edad promedio de los migrantes mexicanos es de 34.6 años.
De 1990-2000, el 79 por ciento del aumento de la población total no autorizada en EU, corresponde a inmigrantes mexicanos.
-De 1998-2003 murieron 2 mil 650 migrantes mexicanos.
-De octubre de 2005 a marzo de 2006, se registraron 223 fallecimientos.
La edad promedio de los migrantes mexicanos es de 34.6 años.
De 1990-2000, el 79 por ciento del aumento de la población total no autorizada en EU, corresponde a inmigrantes mexicanos.
-De 1998-2003 murieron 2 mil 650 migrantes mexicanos.
-De octubre de 2005 a marzo de 2006, se registraron 223 fallecimientos.
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